Tito Gómez (José Antonio Tenreiro Gómez, 1920-2000). Uno de los grandes intérpretes de la música popular bailable del siglo XX. Cantante emblemático de las orquestas Riverside y Enrique Jorrín.
Nació en La Habana el 30 de enero de 1920, de madre madrileña y padre asturiano, dueño de una tintorería en La Habana Vieja, zona en la cual transcurrió su infancia y juventud.
Desde niño sus padres le proporcionaron estudios musicales y de canto en los cuales no alcanzó más que niveles elementales. A los doce años ganó el primer premio en un concurso para cantantes aficionados en el teatro Nacional, hoy Gran Teatro de La Habana, con María la O, de Ernesto Lecuona. Al mes siguiente volvió a ganar el premio del concurso con Rosa la China, también de Lecuona.
Además de obras líricas españolas y cubanas, Tito cantaba géneros populares que aprendía a través de la radio. En 1937 se presentó, y resultó premiado, en el concurso de radio para aficionados La Corte Suprema del Arte con el bolero Cuando te acuerdes de mí, de Julio Brito.
A punto de ingresar a la Universidad de La Habana a estudiar la carrera de medicina, el compositor Arturo R. Ojea lo incitó a presentarse como candidato a cantante de la orquesta Sevilla Biltmore dirigida por Osvaldo Estivill con la cual hizo sus primeras grabaciones (congas, dos boleros y un afro) en abril de 1940.
Fue Miguelito Valdés quien lo convenció de la necesidad de cambiar su nombre “que suena a gaita” por el de Tito Gómez.
En 1941 fue contratado como artista exclusivo del Hotel Nacional, donde fue respaldado por la orquesta del hotel dirigida por el maestro Estivill. Con esa agrupación realizó varias grabaciones, entre ellas Blen blen blen y Timbero la timba es mía, de Chano Pozo; el bolero Dulce desengaño, de Alberto Beltrán y las congas de carnaval Son los Dandies y Tumbando caña.
En 1941 grabó con la orquesta Havana Riverside «Acércate más» y «Ella», de Osvaldo Farrés; y «Penumbra» y «Linda guajira», de Juan Bruno Tarraza. Al año siguiente fue solicitado por el director de esa agrupación, Enrique González Mantici, para actuar en el cabaré Montmartre.
Para salvar el inconveniente del contrato de exclusividad por diez años que había firmado con la empresa del Hotel Nacional, comenzó a actuar en Montmartre hasta la madrugada -donde era anunciado como cortesía del Nacional- tras hacer el show en el restaurante del hotel. Cada noche de lunes a domingo interpretaba más de veinte piezas, pues era el único cantante de las dos orquestas y cada semana estrenaba nuevos números. Consideraba, muchos años después, que aquella época fortaleció su voz y lo hizo madurar como intérprete.
Desde los comienzos de su carrera destacó su facilidad para “inspirar”, o sea, improvisar estribillos y rimas en las piezas movidas, y su buen gusto para interpretar el repertorio romántico. Poseía una dicción y una afinación impecables.
En 1944, en Nueva York, cantó con Machito y sus Afro-Cubans y con Panchito Riset. De regreso a La Habana continuó actuando con la Riverside en Montmartre y con la orquesta de Estivill en el Hotel Nacional.
En 1945 Tito Gómez se presentó con la orquesta Riverside, en ese momento bajo la dirección de Antonio Sosa, durante seis meses en Perú y Chile. De vuelta a Cuba continuó sus actuaciones radiales en CMQ y RHC Cadena Azul, hoteles y salas de baile de La Habana. En 1946 se sumó al personal de la orquesta Pedro “Peruchín” Jústiz, quien aportó imaginativos solos de piano y creativos arreglos. Al año siguiente Sosa se marchó a Estados Unidos y fue sustituido por el saxofonista Pedro Vila en la dirección de la Riverside, que la fortaleció con eficientes integrantes y nuevo repertorio. En 1949 Tito Gómez decidió cantar sólo con esta agrupación.
Coinciden los historiadores de la música popular cubana en señalar esta fecha como el inicio de la mejor etapa de la Riverside, que por esos años se presentaba habitualmente en el cabaré Tropicana y mantenía un espacio diario en la radio. A partir de 1950, la orquesta empezó a grabar profusamente para las firmas Seeco y Panart, primero, y luego para Puchito. Fue la primera orquesta en aparecer en la televisión cubana.
Considerada como la mejor jazz band del país contaba, entre otros músicos con Orlando López “Cachaito” en el contrabajo; los trompetistas Marcos Urbay, Enrique Osorio y los hermanos Antonio y Julio Temprano; el trombonista Emilio Temprano; Pedro Soroa en la tumbadora; Baudilio Carbonell en los bongó; y Antonio López y Gregorio Vienes en los saxos. Niño Rivera compartía con Peruchín la mayoría de los arreglos que interpretaba la banda. Más tarde se sumó a los arreglistas Juanito Márquez.
Entre los grandes éxitos de Tito Gómez con la Riverside se cuentan: «Alma de mujer» (Armando Valdespí); «El rinconcito» (González y Pozo); «Pituka la bella», «Alma con Alma», «Es tu ternura» y «Naricita fría» (Juanito Márquez); «Miénteme» (Chamaco Domínguez); «Te adoraré más y más» (Pituko Rigual); «Yayabo» (conga tradicional); «Me voy a Pinar del Río» y «Consolación de sur» (Néstor P. Cruz); «Arrímate cariñito», «No lo digas» y «Qué bueno está el ambiente» (Ernesto Duarte); «Baracoa», «Banes» y «Santiaguera» (Ramón Cabrera); «Tienes que llegar» (José Slater Badam); «Despecho» y «Ahora seremos felices» (Rafael Hernández); y «Vereda tropical» (Gonzalo Curiel).
En 1960 Pedro Vila dejó la dirección por razones de salud. El pianista y compositor Adolfo Guzmán dirigió la orquesta por un tiempo, y poco después, Nelson Arocha. A mediados de los años sesenta comenzaron a introducirse en la agrupación instrumentos electrónicos y otros cantantes. Se cambió el repertorio con el fin de modernizarlo y se redujeron las secciones de metales.
Aunque logró gran popularidad con el bolero-balada «Voy a ser feliz», de Jorge Estadella, Tito Gómez comenzó a tener menos participación en los discos de la Riverside hasta que, en 1975, tomó la decisión de abandonarla.
Al final de su carrera cantaba en los mismos tonos de su juventud. Participó como invitado en varias producciones discográficas de grupos y solistas jóvenes. En 1996 formó parte del CD Oro de Cuba (en su edición canadiense Havana Nights) junto a Pío Leyva, Manuel Licea “Puntillita”, Caridad Cuervo, Celeste Mendoza, Omara Portuondo, Juana Bacallao y otros. Sus últimas grabaciones las produjo el trovador Pedro Luis Ferrer.
Tito Gómez falleció en La Habana el 15 de octubre de 2000.